Considerada una enfermedad crónica la hipertensión arterial se identifica por el crecimiento constante de la presión arterial lo que se traduce como la fuerza que practica la sangre sobre la pared de las arterias al ser bombeada desde y hacia el corazón siendo una afección totalmente asintomática ( que no hay síntomas). La única manera de poder determinar si una persona sufre de este mal es midiéndole la presión arterial adecuadamente.
Esta medición ideal se realiza tomando en cuenta dos valores el primero llamado presión sistólica producida en el instante del latido cardíaco cuando el corazón se contrae y un segundo valor denominado presión diastólica se relaciona con la relajación de las paredes del corazón siendo dependiente de la resistencia del circuito vascular arterial
En general estos valores de la presión arterial en los momentos de las actividades diaria varían mucho no obstante se consideran como normales los rangos entre 100 y 140 mmHg (milímetros de mercurio) para la sistólica; y entre 60 y 90 mmHg para la diastólica. Y los galenos tienen sus rangos según la edad las condiciones físicas y los antecedentes que les suministre el potencial paciente existen otras manifestaciones que resultan ser inespecíficas como: la palidez el enrojecimiento de la piel calor en las orejas sensación de dolor de cabeza y otras tantas que no resultan del todo confiables para hacer un diagnóstico adecuado.
Lo ideal es asistir al médico y que este nos asigne el tratamiento adecuado según el diagnostico que logre determinar evitando en todo momento la automedicación lo cual puede traernos graves consecuencias.
A cuidarnos mi gente.. Les dejo un video alusivo al tema..
Saludos y éxitos..
que bien